sábado, 17 de octubre de 2009

El admirable Andrés Montes

Estaba enfermo, yo no lo sabía, el "distinto-innovador" comentarista Daniel Montes ha sido para mí un ejemplo indiscutible de hombre luchador y buen compañero. Muchos somos los que andamos medio abatidos por los problemas que nos acucian, la crisis personal, la económica y los lógicos altibajos cotidianos. Montes era un canto a la alegría, al optimismo, al amor a su trabajo. Excelente compañero como comentan todos los que le conocieron, yo no tuve el placer, pero sí le escuchaba sus latiguillos que provocaban en mi una sonrisa que me llevaban a pensar: ¡Qué bien vives Morantes! claro, estarás ganando un pastón y además haciendo un trabajo que te divierte, ¡qué privilegiado! ¡cómo no va a ser optimista. Apesar de su enfermedad repetía una y mil veces
- ¡La vida puede ser maravillosa!
- Seguramente MOrantes, y tú nos la alegrabas. Voy a intentar parecerme un poquito a tí, a ver si consigo ver lo que tu veías y empiezo a pensar que la vida puede ser maravillosa...

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