domingo, 30 de agosto de 2009

Distintas densidades

¡Qué muro separa la realidad política vivida desde dentro, del pensamiento crítico de la gente en sus comentarios diarios en reuniones, cenas íntimas, mercados o a las conversaciones a la que asistes de refilón como espía involuntaria en un autobús. Me encuentro siempre nadando entre dos aguas muy distintas, de colores diferentes, queriendo ser amalgama que las una. Cuando a veces resulta imposible hacerlo, pues tienen distintas densidades. Es somo si yo fuera un río intentando unir las dos orillas demasiado alejadas. Termino por no saber cuál es la que se aleja más de la otra. Me reafirmo en la idea de que la desiformación es el principio y el principal responsable de mucho de nuestros males. Sigue habiendo demasiados silencios, demasiadas asignaturas pendientes que no se perdonan, y que se transforman en gruesos adoquines que conforman el muro, cada vez más alto, de la división entre el mundo político y los fantasmas crecientes de la ignorancia de la calle.