sábado, 31 de octubre de 2009

La ambición / corrupción Segunda parte.

(Post dedicado a JW, que al no ser ni vivir en nuestro país, no conoce como nosotros nuestro panorama político, ni la situación)

Es fácil que la persona, que no tiene una voluntad férrea con unos principios sólidos, sucumban ante determinadas tentaciones, incluso algunos de aquellos que “dicen o creen “que en su lugar no actuarían igual. Y con esto no estoy justificando la corrupción en absoluto, sino que trato de analizarla. Ya dice bien el refrán, que “la ocasión hace al ladrón”. LO vemos muy amenudo, un paquete de galletas abierto y medio comido en un supermercado...la camiseta que se mete otro en el bolso cuando no le ven, el CD, el libro, el cenicero, la bisutería, la copa, el periódico que desaparece tras una mano perdida...la toalla de hotel que mágicamente está al día siguiente en casa. Todos esos actos que comete la gente corriente es la falta de honradez instalada en la mente humana y que se le ha llamado picaresca. Justificaciones: “con lo que ganan no les va de esto”, “total uno menos”…”ellos tienen mucho y yo no”, a mí también me roban” o el simple ¡anda y que les den!
Y porque es así de sencillo, os gobiernos tienen que crear las leyes y los mecanismos para que no siga sucediendo. ¿Y quién vigilia a los que vigilan? ¡Pues otros! y aunque parezca una medida inacabable, si se está descubriendo lo que se está descubriendo, es porque esos mecanismos están funcionando. Aunque no son suficientes y haya que poner más.
Esos pequeños y a simple vista “actos poco importantes” son la pequeña demostración der cómo somos y que luego se pueden cometer, llegada la ocasión, a mayor escala.

Todos, absolutamente todos hemos hecho algunas de esas cosas, en alguna ocasión en nuestra vida, de niño o de adolescente, algunos (ya más grave) de adulto, y otros lo harán toda la vida, siempre que puedan. ¿Quién o qué te ayuda a superar esa debilidad humana?
Algunos tuvimos un amigo, unos padres, que a modo de terapeuta nos inculcara buenos principios. Pero en muchas familias no sólo no se toca el tema, sino que en los padres, amigos, tíos, se tiene el ejemplo contrario.

POrque para no caer en esas, a simple vista, "tonterías", uno tiene que tener el buen propósito de pulir su piedra, para que ello provoque la transformación en los demás, por aquello que nos enseñaron en el colegio de la piedra y las hondas que se producen en el lago cuando las lanzas….. NO apropiarse de lo ajeno debería ser tan fácil como no querer para los demás lo que no quieres para tí mismo. Tan fácil y tan difícil con el pasotismo que se gasta la plebe. La sociedad aplaude la picardía, porque el “cancherito” es el "listillo", el "valiente", el "brabucón". LO contrario hay que mamarlo en la casa, en la escuela. Mira en mi país, hay una asignatura (de este gobierno de Zapatero) que se llama “educación para la ciudadanía”. YO conozco algunas de las grabaciones de esta asignatura, porque las he grabado yo, están hechas a modo de juego. Muestran al niño desde bien pequeñito, a cómo se debe tratar a un compañero cuando tiene problemas de comunicación, cómo se debe de escuchar a quien está angustiado, como se debe de tratar a una persona mayor, el respeto que se le debe a un profesor, lo que significa que alguien te ayude cuando lo necesitas, poniendo ejemplos teatralizados. (El teatro fue siempre un gran educador poco utilizado en el colegio) Haciendo hincapié constantemente a que el niño sepa ponerse en el lugar del otro, para que luego el reciba el mismo buen trato. Y uno de los apartados estaba lo de apropiarse de lo ajeno. Fue un trabajo que hice emocionada y entusiasmada. Bien, pues esta “educación para la ciudadanía” donde lo único que se enseña es a ser persona de bien, abierta, plural, amable, sencilla, libre, consciente de lo que te rodea, ha sido denunciada por el partido de la oposición (el PP), la Iglesia, y los padres de algunas asociaciones de la derecha y ultra derecha, sólo por el hecho de que se le enseña al niño a pensar, y a pensar en libertad. Y dentro de esa libertad está la del respeto a los homosexuales, el respeto a la desagradable decisión del aborto, en fin el respeto a otras formas de pensar que no gusta a los conservadores. Mientras esto no se “mame” desde la cuna, el ser humano estará cojo, y por ello es que es la sociedad que a través de comisiones deben vigilar y velar porque se cumpla la ley y no sucedan estos atropellos que tanto dañan y desacreditan no sólo a la clase política, sino al ser humano. Para que luego se diga a tenor de los casos de corrupción que todos los políticos son iguales, en lugar de pensar que la corrupción está en nosotros mismos.