domingo, 23 de agosto de 2009

¡Ay los médicos!

¡Los médicos! Esos seres extraterrestres sin los cuales nos podríamos vivir, son todos o casi todos, muy pecualiares. POcos son los que tienen en cuenta el tiempo del paciente. ¿Te duele aquí? Vamos a hacer una radiografía. Total, para que cuando llegues con tu radiografía no vean nada y a los segundos de haberle echado una ojeada te pida un TAC (tomografía computerizada). Por supuesto no tuvo en cuenta que te tiraste unas cuantas horas para hacerte la radiofrafía además de las radiaciones innecesarias que te dejaron de regalo. BUeno, pues tú te haces el TAC, y cuando llegas con él bajo el brazo tan boludo mamita (como en la canción) a una nueva visita, trás la consabida inversión de tiempo, (a veces tiempo de ocio, otras robadas al trabajo o a las vacaciones) para que luego tampoco vean nada y terminen pidiéndote una resonancia magnética. ¿No podían empezar por ahí, digo yo? No! deben de creer que tú tienes todo el tiempo del mundo para dedicarlo a su incompetencia protocolaria. Esto cuando lo haces por lo privado, no hablemos ya, si es por la seguridad social, porque si te quebraste un dedo cuando vienen a decirte lo que tienes, ya se soldó solito.