Un grupo de prestigiosos
oncólogos publica una CARTA ABIERTA A MARIANO BARBACID en la que cuestionan
tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se
utilizan.
“…Tal
vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos
básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas
y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y
valor para dejar de “vivir esclavizados y sometidos a ese Gran Hermano de la
Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades
de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas
dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por
todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos
efectivas y más caras…..”.
Un
grupo de prestigiosos oncólogos médicos e investigadores en el campo de la
Oncología -básica y clínica- ha decidido enviar a través de Discovery DSALUD
una Carta abierta al Dr. Mariano Barbacid -Director del Centro Nacional de
Investigaciones Oncológicas (CNIO)- en la que le solicitan responda
públicamente a una serie de cuestiones de vital importancia en el momento actual
de la investigación del cáncer y diga si está de acuerdo en que “ha llegado la
hora de hacerse un replanteamiento global sobre esta patología, muy
especialmente en lo que a la manera de afrontarla se refiere dado el fracaso de
los actuales tratamientos médicos en la mayoría de los tumores malignos”.
Los
firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer
(ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento
del Cáncer (www.ispdc.net )-, son el Dr. Salvador Harguindey
–del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y
vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la
Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación
Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de
Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex Directora del
Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU)
y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y
el *Dr. Stephan J. Reshkin* -profesor del Departamento de Fisiología General y
Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.
La carta –extensa y técnica- aparece íntegra en el número de Discovery DSALUD que salió a la venta el viernes 24 de diciembre- y en ella se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente
al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.
“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásticas para sostener que el cáncer son "200 enfermedades diferentes"
Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla, como a tratarla adecualdamente una vez se haya manifestado.
Sin conocer la causa o causas primarias (etiología) los mecanismos intermediarios (etiopatogenía) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer Otto Warburg, solo podremos curar lo que primero podamos entender.
La Carta Abierta plantea a continuación numerosas preguntas al
Dr. Barbacid y a quienes con él comparten su trasnochada visión del cáncer
solicitando que las responda públicamente para conocimiento de médicos y medios
de comunicación.
” El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está
muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se
cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder
integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad
superior, el llamado ‘paradigma emergente’”. Y se añade: “¿No se puede -o no se
quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la
investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de
que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales
sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de *todas *las
células y tumores malignos?”
Más adelante se afirma: “Tal vez haya llegado la hora -o esté
cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar
y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de
la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de “vivir esclavizados
y sometidos a ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes
multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les
importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas
veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar
medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.
La
carta, que puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se
encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo:
“En suma, los abajo
firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las
enfermedades neoplásicas, por entender que todos los tumores malignos tienen
más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado
en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las
Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado
en Roma (www.ispdc.com ). Ello “exige abandonar”, también
radicalmente, “el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que
insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas
que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas
diferentes a pesar de que a día de hoy, los quimioterápicos han demostrado ser
más tóxicos que eficaces”, exceptuando los tumores germinales y algunas
leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro
del conjunto de todos los tumores malignos. Y eso significa que persistir en el
camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso
terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener
todo posible avance y verdadero progreso”.