miércoles, 25 de abril de 2012

Comprar, tirar, comprar, la obsolescencia programada

Comprar, tirar, comprar, es un documental de Cosima Dannoritzer, sobre la obsolescencia programada, es decir, la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo.


Cosima quería investigar y separar los hechos de la ficción de las varias leyendas urbanas que había oído como son; las bombillas eternas, los coches que funcionan sin gasolina (una empresa ya ha comercializado uno que va con agua) en donde la historia siempre terminaba con una conspiración, la desaparición del inventor o del aparato.
Es una reproducción de Article Z (Francia) y Media 3.14 (Barcelona),  cofinanciada por varias televisiones Arte (Francia), TVE y Televisió de Catalunya.


Fue rodado en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana (un país africano que se ha convertido en el vertedero de la "basura electrónica de Occidente). Comprar, tirar, comprar, hace un recorrido por la historia de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo porque, como ya publicaba en 1928 unan influyente revista de publicidad norteamericana, "un artículo que no se desgasta en una tragedia para los negocios" 


El documental es el resultado de tres años de investigación, hace uso de imágenes de archivo poco conocidas, aporta pruebas documentales y muestra las desastrosas consecuencias medioambientales que se derivan de la práctica, También presenta diversos ejemplos del espíritu de resistencia que está creciendo entre los consumidores y recoge el análisis y la opinión de economistas, diseñadores e intelectuales que se proponen vías alternativas para salvar economía y medio ambiente.


Cosima Dannoritzer es una realizadora y guionista alemana que ha trabajado para televisiones de Alemania, Reino Unido y España. Ha dirigido documentales como "Si la basura pudiera hablar", un retrato de Barcelona a través de sus cubos de basura.


También ha dirigido para TVE la película "Amnesia electrónica", en la que echa un vistazo a sus memorias personales, archivadas en formatos digitales que van cambiando, que amenaza la transferencia de esta información a las generaciones futuras.


1 comentario:

María Corcuera dijo...

Hola Silvia. A mi me ha pasado algo parecido con la panificadora. Lancé a la basura la "cuchilla" dentro de un pan y Dios mio para encontrar el recambio. Me hubiera salido más a cuenta comprarme una nueva en lidl. Pero no me pareció justo y me encabezoné hasta encontrar el recambio. 6 meses sin pan llevo pero llena de orgullo. Yo creo que se tendrían que subvencionar los respuestos y cargar los productos nuevos. Bueno te mando besitos creativos.